La alarmante situación de los glaciares en México
Los glaciares de México, que durante décadas fueron parte esencial del paisaje de alta montaña, atraviesan su etapa más crítica. Investigadores de la UNAM confirmaron que las masas de hielo presentes en volcanes como el Iztaccíhuatl y el Citlaltépetl han disminuido a niveles mínimos, mientras que en el Popocatépetl ya no queda rastro de hielo permanente. Este retroceso acelerado representa una señal clara del impacto del calentamiento global en el país.
La UNAM advierte que los glaciares mexicanos están en riesgo crítico de desaparecer en los próximos años.
Hace seis décadas, las cumbres más altas albergaban grandes extensiones de hielo que se mantenían durante todo el año. Hoy, los especialistas señalan que lo que queda son únicamente fragmentos aislados que han perdido su capacidad de regenerarse. En el Iztaccíhuatl, sobreviven apenas algunos remanentes, y en el Citlaltépetl la superficie glaciar es una fracción de la que existía a mediados del siglo pasado.
Los científicos explican que estos glaciares servían como reservas naturales de agua dulce. Durante la estación seca, liberaban de manera gradual el deshielo que alimentaba corrientes y manantiales. Con su desaparición, regiones enteras podrían enfrentar una disminución significativa en la disponibilidad de agua, agravando problemas ya presentes en diversas zonas del país.
¿Por qué México está perdiendo sus glaciares tan rápido?
El factor principal es el incremento sostenido de las temperaturas, resultado del cambio climático. Las montañas donde antes se acumulaba nieve durante gran parte del año ahora registran condiciones más cálidas y periodos de congelación más cortos, lo que impide que el hielo se mantenga.
En el Popocatépetl, el hielo permanente ya no existe; científicos confirman su extinción total.
A ello se suman procesos naturales, como la actividad del Popocatépetl, cuyas emisiones y calor interno contribuyeron a acelerar la desaparición del hielo en esa montaña. La falta de una legislación específica para proteger estas zonas también ha dejado a los glaciares en una situación vulnerable frente a actividades humanas y al deterioro ambiental.
Para documentar esta pérdida, expertos emplean imágenes satelitales, sobrevuelos y análisis comparativos realizados durante décadas. En todos los casos, la tendencia apunta a una reducción constante que se ha intensificado en los últimos años. Los registros confirman que los glaciares ya no pueden recuperar su tamaño original bajo las condiciones climáticas actuales.
¿Qué consecuencias tendrá su desaparición para las comunidades y el ambiente?
Sin glaciares, las fuentes de agua que dependen del deshielo disminuirán drásticamente. Esto afectará a comunidades que utilizan esa agua para consumo doméstico, agricultura y conservación de ecosistemas locales. La presión sobre presas y pozos —ya sobreexplotados en varias regiones— aumentará de manera significativa.
El Citlaltépetl mantiene una fracción mínima de su glaciar original tras décadas de retroceso.
La pérdida del hielo también altera la temperatura y estabilidad de los ecosistemas de alta montaña. Muchas especies que dependen de climas fríos podrían desaparecer, y los suelos sin protección glaciar se erosionan con mayor facilidad. Esto modifica la dinámica natural de las cuencas, incrementando riesgos como deslizamientos o pérdida de vegetación.
Los especialistas coinciden en que, aunque los glaciares no pueden recuperarse, aún es posible frenar la velocidad de su desaparición mediante políticas ambientales más estrictas, reducción de emisiones contaminantes y protección de áreas naturales. La UNAM subraya que este es un llamado urgente: lo que ocurra en los próximos años será determinante para la seguridad hídrica y ecológica del país.
La desaparición del hielo afecta ríos, manantiales y ecosistemas que dependen del deshielo.
- Los glaciares en México enfrentan una crisis sin precedentes debido al calentamiento global.
- La desaparición de los glaciares impactará negativamente en la disponibilidad de agua en diversas regiones del país.
- Es urgente implementar medidas para frenar la pérdida de los glaciares y proteger los ecosistemas de alta montaña en México.



