La crisis del agua en la agricultura de México
El sector agrícola de México y su consumo de agua
El sector agrícola de México representa la gran mayoría del consumo de agua en el país, sin embargo, más de la mitad se pierde debido a ineficiencias en su uso. El consumo excesivo, las prácticas de riego ineficientes, la sobreexplotación de acuíferos y los impactos del cambio climático impulsan la creciente crisis del agua. La gestión sostenible del agua es ahora crítica para garantizar el futuro alimentario e hídrico del país.
Disponibilidad y distribución del agua: Las impactantes estadísticas
La agricultura consume aproximadamente el 76% de los recursos hídricos de México, sin embargo, gran parte se pierde debido a una infraestructura deficiente y prácticas de riego obsoletas. México está abordando la escasez de agua promoviendo sistemas de riego modernos y más eficientes para reducir el desperdicio de agua agrícola. (Gobierno de México)
México utiliza 461,640 millones de metros cúbicos de agua renovable por año. Sin embargo, la disponibilidad de agua está distribuida de manera desigual. Las áreas del norte, centro y noroeste del país, donde se concentra la mayoría de la población e industrias, tienen mucha menos agua renovable que el sureste. Esta disparidad presenta desafíos para la planificación agrícola y el acceso equitativo al agua.
Infraestructura de riego
- 6,500 presas y embalses de almacenamiento
- 6.7 millones de hectáreas de tierras de cultivo irrigadas
- 2.8 millones de hectáreas de agricultura de secano tecnificada
A pesar de esto, los estudios estiman que entre el 40% y el 65% del agua agrícola se pierde debido a fugas, riego deficiente y evaporación.
Agricultura de exportación y la huella hídrica
La cantidad de agua consumida por la agricultura mexicana se debe a poderosas fuerzas económicas, especialmente la demanda de cultivos de alto valor para la exportación en Estados Unidos y mercados globales. Una cantidad significativa de agua se utiliza para regar cultivos altamente intensivos en agua vinculados al auge de las exportaciones de productos frescos. Aguacates, arándanos y espárragos, todos los cuales requieren mucha agua, generan ingresos sustanciales pero ejercen una inmensa presión sobre las reservas de agua locales, especialmente en estados de alto estrés como Jalisco y Michoacán.
El ganado también agota el suministro de agua. El cultivo de alfalfa y otros cultivos forrajeros para apoyar la masiva industria ganadera de México consume grandes cantidades de agua, a menudo dependiendo por completo de fuentes de aguas subterráneas agotadas.
Sobreexplotación y cambio climático: Una tormenta perfecta
La situación actual es una combinación de alto consumo de agua, alto desperdicio y límites ambientales, especialmente en las regiones áridas y semiáridas del norte y centro.
Sobreexplotación de acuíferos
México depende en gran medida de las aguas subterráneas para el riego, con estimaciones que indican que aproximadamente un tercio de sus tierras de riego son abastecidas por acuíferos. De los 653 acuíferos oficialmente reconocidos en el país, muchos están siendo extraídos de manera insostenible, y a partir de 2023, 115 se clasifican como sobreexplotados, lo que lleva a la disminución de los niveles freáticos, mayores costos de bombeo, salinización e intrusión de agua de mar.
Presiones climáticas
El cambio climático está intensificando la escasez de agua en la agricultura. Las proyecciones indican:
- Aumentos de temperatura de 0.5 grados Celsius a 5 grados Celsius en todo el país para finales de siglo.
- Disminución de las precipitaciones de hasta un 20.3% en algunas regiones.
- Sequías más frecuentes y severas, especialmente en áreas áridas y semiáridas.
Conflicto social y del agua: La lucha por la equidad
Los agricultores de maíz de México se espera que produzcan menos maíz este año según estimaciones actuales del Ministerio de Agricultura. (Dreamstime)
La crisis del agua es más grande de lo que parece; se ha convertido en un conflicto social arraigado sobre quién tiene acceso a un recurso menguante. Existe un impacto desproporcionado en los pequeños productores. La sobreexplotación afecta principalmente a los pequeños productores rurales que dependen de pozos poco profundos y no pueden pagar los altos costos de bombeo o las inversiones tecnológicas necesarias para acceder a aguas más profundas o implementar riego por goteo. Cuando los niveles freáticos descienden, estos agricultores vulnerables suelen ser los primeros en perder sus medios de vida, acelerando la pobreza rural y la migración.
Iniciativas gubernamentales para la gestión sostenible del agua
Reconociendo la gravedad de la situación, el gobierno mexicano ha iniciado varios programas para abordar la ineficiencia del agua agrícola.
Programa Nacional de Modernización de Riego
El Programa Nacional de Modernización de Riego tiene como objetivo mejorar tecnológicamente más de 200,000 hectáreas de tierras de riego y ayudar a 225,000 productores agrícolas. Sus objetivos incluyen:
- Revestir y canalizar canales, instalar medidores de flujo y automatizar compuertas para recuperar hasta el 40% del agua perdida.
- Adopción de sistemas de riego por goteo, microaspersión y aspersión, que pueden reducir el uso de agua hasta en un 60% en comparación con el riego por inundación.
- Minimización de escorrentías y maximización de la eficiencia del riego.
El agua recuperada se redistribuye a centros urbanos y recarga de acuíferos, especialmente apuntando a áreas propensas a la sequía como Sinaloa, Hidalgo y Coahuila-Durango.
Reforma propuesta de la ley del agua
La reforma de la Ley General de Aguas del gobierno en lugares como la ciudad de Durango, que sufre de escasez de agua y agua contaminada debido a la sobreexplotación de acuíferos, es importante. (Presidencia/Cuartoscuro)
La reforma de la Ley General de Aguas del gobierno enfatiza la gestión sostenible, la supervisión estatal y el acceso equitativo. Las disposiciones clave incluyen:
- Los agricultores conservan los derechos de agua existentes.
- Incentivos para tecnologías de riego eficientes (programa PEUA).
- Prevención del comercio ilegal de agua y acaparamiento.
- Promoción de reutilización del agua y recarga de acuíferos.
- Creación de un Registro Nacional del Agua y un Fondo de Reserva.
- Sanciones por uso indebido mientras se protege a los usuarios cumplidores.
- Planificación estratégica para la asignación de agua a corto, medio y largo plazo.
Barreras de aplicación para el cambio
A pesar de los esfuerzos de modernización, el desperdicio de agua en México sigue siendo un problema significativo debido a barreras políticas y estructurales. El gobierno subsidia en gran medida la electricidad para bombear aguas subterráneas, lo que lo hace barato para los grandes agricultores y elimina cualquier incentivo para ahorrar agua o utilizar tecnología eficiente. La mayoría de estos beneficios van a un pequeño grupo de agricultores ricos. Los poderosos grupos de presión agrícolas bloquean reformas, como medidores de agua y precios justos.
CONAGUA también lucha por hacer cumplir las normas debido a la falta de financiamiento y apoyo político. Como resultado, muchos incumplen la ley, los pozos ilegales son comunes y el agua se desvía sin permiso, lo que hace que los esfuerzos de conservación sean en gran medida ineficaces.
Estrategias en la finca para la seguridad hídrica
Más allá del cambio federal, la gestión sostenible del agua requiere enfoques integrados a nivel de finca.
Soluciones tecnológicas
Las tecnologías digitales están transformando la gestión del agua. Los datos de Observación de la Tierra (EO) de satélites permiten el monitoreo de la sequía y la asignación de agua en distritos de riego. Los sistemas basados en datos, como CARLOTA, utilizan análisis en tiempo real para ayudar a los agricultores a reducir su uso de agua aproximadamente en un 20%.
Innovaciones agronómicas
Se necesita más agricultura regenerativa en México. (Rancho Cacachilas)
La agricultura de conservación y regenerativa está lista para tomar la delantera. La siembra directa, los cultivos tolerantes a la sequía y los calendarios de siembra ajustados reducen la demanda de agua y mejoran la salud del suelo. El reciclaje de aguas residuales también permitirá que las plantas acuáticas, como la Lemna, traten las aguas residuales agrícolas y recuperen nutrientes para su reutilización.
Este reciclaje de aguas residuales se complementará con la captación de agua de lluvia. Los sistemas que capturan y purifican la lluvia local para complementar el riego y reducir la presión sobre los sistemas de agua centralizados.
Colaboración: El papel de todos en la seguridad hídrica
La gestión sostenible del agua requiere una responsabilidad compartida entre el gobierno, los agricultores y la industria. Las estrategias clave incluyen:
- Medición volumétrica: Medición obligatoria para prevenir la sobreexplotación, especialmente de acuíferos.
- Empoderamiento de asociaciones de usuarios: Fortalecimiento de los distritos de riego para gestionar la infraestructura y hacer cumplir prácticas sostenibles.
- Política integrada: Coordinación de prioridades agrícolas, ambientales y sociales bajo un marco unificado.
- Desarrollo de capacidades: Capacitación de agricultores y técnicos locales en riego eficiente y prácticas resilientes al clima.
Conclusión
El desafío del agua en México se encuentra en la encrucijada del cambio climático, la productividad agrícola y la equidad social. La seguridad hídrica a largo plazo dependerá del compromiso sostenido con la eficiencia, la innovación y la gobernanza integrada que garantice que cada gota cuente, tanto para las granjas como para las áreas urbanas y el medio ambiente por igual.
Resumen de puntos clave:
- La agricultura en México consume una gran cantidad de agua, pero gran parte se pierde debido a prácticas ineficientes.
- La sobreexplotación de acuíferos y el cambio climático están exacerbando la crisis del agua en el país.
- El gobierno mexicano está implementando programas para mejorar la eficiencia del agua en la agricultura.
- Se requiere una colaboración entre el gobierno, los agricultores y la industria para garantizar la seguridad hídrica a largo plazo.



